23 junio 2007

Prehistorik 2
















"Tienes hambre. Los bichos te molestan."

Esta complejisísisisisisisisisima trama argumental es la que rige las acciones del protagonista de este juego de plataformas, un hombre de la época prehistórica que lleva por equipaje su taparrabos, un garrote y un batallón de moscas que siempre le están rondando. Y lo cierto es que tampoco necesita más, con esto es capaz de enfrentarse a miles de obstáculos que se le presentan a lo largo de su viaje por los diferentes niveles, siempre y cuando acompañe la pericia del jugador, por supuesto.

Prehistorik 2 consiste en eso, en ir recogiendo toda la comida y joyas que va encontrando, como si de un político cualquiera se tratase, mientras va golpeando con rudimentarias armas a animales y personas que se cruzan en su camino, como si de un político cualquiera se tratase. Al final de cada nivel encontraremos un semáforo, que solo te permitirá pasar a la siguiente fase si previamente has conseguido un mechero gigante de color verde (No intentéis buscarle la lógica, seréis mucho más felices), aunque antes se llenará la olla con todos los alimentos encontrados.

(IMAGEN: Vuelen o anden, todos son susceptibles de morir)



Jugabilidad

Ciertamente, hay pocos juegos más sencillos de manejar (el Pong, por ejemplo, pero tampoco creais que es mucho más fácil), solo se necesita un mínimo control de las teclas de dirección, cosa que se presupone en cualquier ser humano nacido en la segunda mitad del S.XX, y una extensión que salga del hombro, capaz de presionar la barra espaciadora. Es decir, que con un brazo con un mínimo de tres dedos articulables, y otro brazo con una cierta movilidad (o un muñón largo con una cierta movilidad), se puede jugar perfectamente. Incluso existen rumores de un sujeto que llegó a terminar el juego con un brazo y una pierna, aunque terminase con unas terribles agujetas en la ingle que, a largo plazo, le causaron la muerte.

Esta facilidad de manejo puede llevar a pensar que es un juego extremadamente sencillo... pues, de hecho, no es así, sino que una de las grandes virtudes de Prehistorik 2 es que tiene un nivel de dificultad muy adecuado, no es un típico plataformas que concluyes en media hora, ni es como esos malditos juegos de simulación de aviones, en los que tardas varios meses en aprender a despegar, y cuando lo consigues tocas una tecla de función que te cambia la cámara, y antes de descubrir como poner la que estaba has fertilizado un campo de trigo con una mezcla de trozos de tu avión, y de tu propio cuerpo. En cuanto se controla bien al protagonista (AVISO IMPORTANTE: patina, y mucho, a pesar de que no lleva suelas de goma), se va avanzando de manera bastante holgada.

(IMAGEN: Da lo mismo el tamaño de los enemigos, lo importante es atizarles fuerte)


Armas y Enemigos

Gracias a mis estudios de paleontología, puedo afirmar que en la Prehistoria era poco común ver a homínidos armados con una Magnum de 9mm... y por lo que parece, el programador del juego también tiene conocimientos sobre este campo, puesto que ha seguido rigurosamente este aspecto, y solo encontraremos a Prehistorik manejando armas rudimentarias. Son estas:


Ciertamente no tiene mucho misterio. Un arma vegetal cuyo funcionamiento consiste en sinaptar la cabeza del objetivo en cuestión con la superficie del arma. Funciona mejor a corta distancia, con efectos bastante aceptables.


Versión modernizada de la cachiporra, algo más potente, aunque esta potencia suele ser irrelevante ante la mayoría de los enemigos, que normalmente sucumben ante la sinapsis vegetal del arma anterior. Eso si, organiza un estruendo maravilloso al golpear, que quieras que no, hace que te sientas mejor. También llega algo más lejos.


Este es el único arma a distancia, ideal para enemigos voladores, o simplemente para evitar el perezoso acto de pulsar una tecla para acercarse a quien quiera que se haya puesto en tu camino. Es más floja que las demás armas, por lo que a menudo hará falta impactar un par de veces... pero bueno, más golpes, más diversión (¿no?)



Los enemigos no son variados, ¡son variadísimos! Aun así, solo hay que tener una cosa en cuenta: si se mueve, mátalo. Y si está quieto... mátalo también, no vaya a ser que se mueva. Encontraremos de todo tipo: animales, humanos, plantas, cosas indefinibles, etc... y todos tienen algo en común, si te tocan, te harán daño. Dispones de tres corazones y cada vez que un malvado ser te hiera perderás uno, pero ojo, cuando esto suceda no está todo perdido, puesto que si después acabas con él, se desintegrará en 6 huesos, y si los recoges antes de que desaparezcan recuperarás dicho corazón.

Además de los enemigos normales, como pueden ser las arañas o los pingüinos, encontraremos al final de algunos niveles otros seres más fuertes, que nos costará más esfuerzo destruir. Sin embargo, este esfuerzo se verá recompensado por la gran cantidad de alimentos que saldrán disparados cuando los aniquilemos.

(IMAGEN: Los monstruos finales, por norma general, no nos quitarán corazones directamente, sino que nos harán soltar huesos)



Consejos y Trucos

A lo largo del juego os daréis cuenta de que los enemigos no solo sirven para matarlos, sino que son utiles para poder llegar a lugares inaccesibles, rebotando encima de sus cabezas. Después de conseguir lo que buscabais, podréis matarlo, claro, con la ventajosa ventaja de que por cada dos veces que hayáis rebotado en su cabeza la puntuación que obtengáis se multiplicará por dos, hasta un máximo de 8x.


La exploración sirve para exprimir aun más este programa, debido a que cada nivel alberga infinitos secretos a los que se llega golpeando determinado lugar, agachándose en tal otro, cantando no sé qué cancioncilla pro-sureña en no sé qué esquina, o lanzándose por algún abismo. De hecho, incluso hay niveles secretos, como el famoso nivel cerdícola, en el que nos llenaremos de comida por un módico precio (y mucha comida puede dar vidas gratis, no lo olvidéis)

Por último, me queda daros dos secretos más, muy simples (el resto tendréis que descubrirlos por vuestra cuenta, señoritingos). Si conseguís reunir una cuchara gigante, un tenedor gigante y un cuchillo (creemos que también gigante, pero aun está por confirmar), los enemigos se transformarán inmediatamente en comida andante, que podréis tocar sin miedo. Y si conseguís reunir las letras que conforman la palabra BONUS, un frigorífico por valor de 100.000 puntos caerá del cielo, igual que sucede con los puntos Carrefour.

(IMAGEN: El famoso nivel cerdícola)


Resumen

Un juego muy entretenido, rebosante de sentido del humor y mucha comida, que encantará a los amantes de las plataformas. Se puede encontrar fácilmente, por ejemplo en Ellosnuncaloharían, y para ejecutarlo se necesita DosBox, un programa muy sencillo de utilizar y que servirá para muchos otros juegos. Disfrutadlo!


VER VIDEO






Post Data Excepcional

Pensaba no comentarlo, pero al final no puedo contenerme y he de ponerlo de manifiesto. ¡El personaje está claramente basado en Rafael Amor, alias El Loco de la Via, un excelente artista contemporáneo, y el programador ha eludido pagarle los correspondientes derechos de autor!


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dios, xDDDDD gloriosísimo análisis. El juego perfecto, PERFECTO. He llorado al leer el título, este fue de los primeros juegos que melló en mí maravillantemente. Y no me lo podía pasar porque se me jodía el juego en determinada pantalla >:(
Grandérrimo juego, dios, voy a volver a jugar.

Carlos dijo...

Jus, no conocía el juego.
Yo quiero añadir algo un día cualquiera si usté me deja, quizás uno de esos beat'em up que tanto me molan.