En esta ocasión, voy a estrenar un género que aún no había tocado en este blog, los geniales hijos bastardos del Pong, los machacaladrillos. Es seguro que practicamente todo el mundo ha visto uno de estos juegos en funcionamiento: una pala, grandes cantidades de bloques, y una pelota endemoniada que va rebotando entre estos dos elementos, destruyendo los ladrillos coloreados sin piedad alguna. Cierto es que este tipo de juegos nunca ha gozado de una gran aceptación, y salvo el famosísimo Arkanoid, casi no se conocen títulos, pero a mi me resultan realmente adictivos... supongo que hay alguna conexión en mi cerebro que falla, pero qué más da si soy feliz así.
Bunny Bricks es, como habéis podido imaginar, un juego de este estilo que he de avisar que no es tan genial como el ya mencionado Arkanoid, pero que lo presento por ser una variante curiosa de los machacaladrillos. La dinámica de juego es la misma: ladrillos, una pelota que los destruye... peeeeero, en esta ocasión, en vez de una pala controlamos a un conejo jugador de béisbol (o un jugador de béisbol conejo) que andará repartiendo leña por distintos escenarios, cada uno con sus particularidades.
Los señores de Silmarils, en esta ocasión, no elaboraron una compleja historia con una complicadísima trama argumental, simplemente el conejo quiere salvar a su novia, y para ello se va a dedicar a destrozar ladrillos con su bate de beisbol a lo largo de 30 niveles. (¿?) Empleará su bate de beisbol y, en ocasiones, otras habilidades que irá ganando al destruir algunos bloques, como puede ser una pistola o un guante.
(Imagen: típico servicio de hamburguesería, con inconsciencia incluida)
Jugabilidad
Seamos claros, no es fácil de manejar a Bunny, hasta el punto de que, probablemente, acabe con calificativos como "puto conejo de los cojones", por poner un ejemplo. En un principio, las teclas son sencillas, con Shift y el teclado numérico, pero el protagonista tiene una virtud, que es moverse demasiado rápido. Es por esto que Silmarils & Co. tuvieron la excelente idea de poner antes de iniciar el juego un menú que te permite elegir "High Speed y Low Speed"... lástima que lo que hacía falta era un termino medio.
La diferencia entre Bunny Bricks y los demás breakout es que para devolver la pelota tienes que darle al botón adecuado en el momento adecuado... y, por desgracia, otra de las cualidades del "puto conejo de los cojones" es su tendencia a recibir pelotazos con el cuerpo. Cuando esto suceda, quedará inconsciente y perderás una vida y los estribos. Sin embargo, el punto positivo es que podrás dirigir hacia donde quieras la bola, lo cual es un punto de autonomía que acostumbra a faltar en los Arkanoid y similares.
Como buena noticia, debo decir que los niveles están repletos de objetos utilísimos, como un guante que permite recoger la pelota cuando se dirige directamente hacia Bunny, un super-bate, o una pistola, que da la posibilidad de romper los ladrillos sin necesidad de utilizar la pelota de beisbol.
(Imagen 1: armado y en la playa) (Imagen 2: recepcionista molestando... digo, recepcionista)
Resumen
Ante todo, aviso a navegantes: no es una maravilla, ni mucho menos. Se encuentran algunos fallos en el sistema de juego que a veces pueden desesperar, y tiene partes más que criticables. Sin embargo, me he decidido a subirlo por la originalidad del juego, que forma parte de un género en el que no es fácil innovar, y porque, a pesar de todo, uno se puede divertir bastante con él durante algunas horas.
Bunny Bricks es, como habéis podido imaginar, un juego de este estilo que he de avisar que no es tan genial como el ya mencionado Arkanoid, pero que lo presento por ser una variante curiosa de los machacaladrillos. La dinámica de juego es la misma: ladrillos, una pelota que los destruye... peeeeero, en esta ocasión, en vez de una pala controlamos a un conejo jugador de béisbol (o un jugador de béisbol conejo) que andará repartiendo leña por distintos escenarios, cada uno con sus particularidades.
Los señores de Silmarils, en esta ocasión, no elaboraron una compleja historia con una complicadísima trama argumental, simplemente el conejo quiere salvar a su novia, y para ello se va a dedicar a destrozar ladrillos con su bate de beisbol a lo largo de 30 niveles. (¿?) Empleará su bate de beisbol y, en ocasiones, otras habilidades que irá ganando al destruir algunos bloques, como puede ser una pistola o un guante.
(Imagen: típico servicio de hamburguesería, con inconsciencia incluida)
Jugabilidad
Seamos claros, no es fácil de manejar a Bunny, hasta el punto de que, probablemente, acabe con calificativos como "puto conejo de los cojones", por poner un ejemplo. En un principio, las teclas son sencillas, con Shift y el teclado numérico, pero el protagonista tiene una virtud, que es moverse demasiado rápido. Es por esto que Silmarils & Co. tuvieron la excelente idea de poner antes de iniciar el juego un menú que te permite elegir "High Speed y Low Speed"... lástima que lo que hacía falta era un termino medio.
La diferencia entre Bunny Bricks y los demás breakout es que para devolver la pelota tienes que darle al botón adecuado en el momento adecuado... y, por desgracia, otra de las cualidades del "puto conejo de los cojones" es su tendencia a recibir pelotazos con el cuerpo. Cuando esto suceda, quedará inconsciente y perderás una vida y los estribos. Sin embargo, el punto positivo es que podrás dirigir hacia donde quieras la bola, lo cual es un punto de autonomía que acostumbra a faltar en los Arkanoid y similares.
Como buena noticia, debo decir que los niveles están repletos de objetos utilísimos, como un guante que permite recoger la pelota cuando se dirige directamente hacia Bunny, un super-bate, o una pistola, que da la posibilidad de romper los ladrillos sin necesidad de utilizar la pelota de beisbol.
(Imagen 1: armado y en la playa) (Imagen 2: recepcionista molestando... digo, recepcionista)
Resumen
Ante todo, aviso a navegantes: no es una maravilla, ni mucho menos. Se encuentran algunos fallos en el sistema de juego que a veces pueden desesperar, y tiene partes más que criticables. Sin embargo, me he decidido a subirlo por la originalidad del juego, que forma parte de un género en el que no es fácil innovar, y porque, a pesar de todo, uno se puede divertir bastante con él durante algunas horas.
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Si alguien está interesado en descargarlo, lo puede encontrar en una versión que funciona perfectamente bajo DosBox en Home of the Underdogs.